Propuestas teóricas para el estudio de la construcción léxica y conceptual de raza

Ana María Gómez-Bravo
University of Washington, Seattle

Abstract

The study of the term ‘race’, ‘raza’ in Spanish, must be undertaken from a multi-disciplinary perspective, as the term and the concept it denotes helped the conceptual construction of social and religious inferiority during the late Middle Ages. Raza is constructed as a physical, as well as religious, difference viewed as a transmissible stain or defect, and as such raza would be later enlisted in the development of racial thought. The key role that the textile, gemological, and veterinary fields played in the formation of a vocabulary of difference and its negative connotations made possible the constructed view that religious difference had a biological basis and was aligned with color. This study combines the analysis of literary, religious, and administrative texts in a particular chronological context, along with testimonial evidence found in period-specific dictionaries and vocabularies.

Keywords: race, racism, history of Spanish, historical linguistics, conceptual theory

Introducción

El concepto de raza posee una perdurabilidad y una flexibilidad históricas que ha llevado a la crítica a dotar de gran importancia a las definiciones del término ‘raza’ y el de su derivado, ‘racismo’, con el fin de hacer uso de los varios significados de estos términos en diferentes tipos de discurso. Se han presentado argumentos persuasivos para defender la presencia del racismo y de la noción concomitante de raza en el período premoderno yendo más allá de asociaciones ampliamente difundidas de la raza con el pensamiento taxonómico del siglo XVIII y con su consolidación en sistemas de pensamiento racistas de los siglos XIX y XX. Heng ha defendido que la invención del racismo se remonta a la Edad Media, subrayando que la raza esencializa la diferencia y establece un acceso diferencial al poder.[i] El dominio que la crítica en lengua inglesa ha ejercido sobre el tema de la raza y del racismo ha resultado en lo que Pearce ha llamado “el nuevo colonialismo inglés”, que ignora la importancia de la lengua del discurso histórico y la de los significados, con sus diferentes connotaciones y contenido estratigráfico, que aquella transmite.[ii] Así, se hace necesario examinar la naturaleza de ‘raza’ como concepto y como término, ya que forma la base lógica del concepto de racismo.[iii] Asimismo, debe estudiarse la periodización de los términos asociados con ‘raza’ para poder alinearlos con el desarrollo conceptual de su campo semántico. En este sentido, es necesario considerar la complejidad significativa que, para los estudios sobre ‘raza’ y ‘racismo’, aportan la terminología y los cambios de significado concomitantes efectuados en el transcurso de un periodo de tiempo relativamente largo, cambios además influidos por otros que han tenido lugar en otras lenguas europeas.

            El término ‘racismo’ aparece definido por primera vez en la edición de 1970 del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, donde se explica que este término se acuñó en los campos político y antropológico.[iv] Esta definición se mantuvo en las sucesivas ediciones del diccionario hasta 2001. En la medida en la que es posible documentar el término, la evidencia apunta a que ‘racismo’ entró en el español como parte del nuevo vocabulario acuñado en Alemania por ideologías antisemitas ligadas al “extremismo nacionalista”. Entre las primeras documentaciones de la palabra debe citarse los dos ensayos de 1925 del autor peruano José Carlos Mariátegui titulados La elección de Hindenburg y “El anti-semitismo” y en otro ensayo de 1927, “El Nuevo gabinete alemán”, del mismo autor.[v] En estos trabajos, el término ‘racismo’ aparece en cursiva o entrecomillado en todos los casos, señalándose así como un nuevo término asociado con el fascismo, el nacionalismo extremista alemán y el antisemitismo.

            Muchas de las disquisiciones que se han llevado a cabo sobre los primeros racismos en un contexto español comienzan con una valoración del término ‘raza’ que otorga una importancia significativa tanto a la fecha en que la palabra se encuentra por primera vez documentada cuanto a su significado particular, principalmente cuando se aplica a grupos humanos.[vi] Es de especial interés la configuración temprana del concepto de raza en el contexto del estudio del término ‘raza’ y de sus campos semánticos desde su primera documentación en el siglo XIV hasta las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XVI. Es este un período fundamental para la formación de los campos semánticos de ‘raza’. En dicho período ‘raza’ adquiere un valor metafórico, situándose el término en los planos cultural y lingüístico y construyéndose como una transferencia del lenguaje técnico al vocabulario cotidiano. Esta transferencia viene facilitada por tratarse de un término de uso común y por las presiones del lenguaje administrativo. Como se verá a continuación, la somatización temprana de raza se realiza tras una primera transferencia conceptual desde el campo textil que se ve reforzada por otras transferencias semánticas superpuestas adoptadas de la gemología y la metalurgia y, en menor grado, del léxico veterinario. Un segundo impulso hacia esta somatización tuvo lugar dentro del lenguaje administrativo utilizado en relación a la reproducción selectiva y marcada. Este lenguaje aprovechó un vocabulario ya existente pero no sistematizado.

Conceptos y Terminología

            El argumento de que los términos ‘raza’ y ‘racismo’ no se usaban en el período premoderno ha servido para crear una división entre el mismo y el período moderno, lo que a su vez ha ejercido un importante impacto en nuestra comprensión de la periodicidad. El desarrollo de la idea de raza se ha conceptualizado a veces dentro del contexto de un supuesto cambio de énfasis en lo cultural para pasar a valorarse más el peso de lo natural, yéndose de una epistemología dominada por la religión a la génesis de la ciencia moderna. De este modo, la evolución del concepto de raza habría pasado de entenderse como algo externo para pasar a ser también una diferencia interna.[vii] Varios estudiosos y estudiosas han cuestionado un análisis basado en dicotomías y teleologías simplificadoras.[viii] Lampert ha señalado que el trabajo de Balibar sobre el neorracismo y el trabajo de Fredrickson sobre el culturalismo pueden ayudarnos a entender el racismo como un tema complejo donde los componentes culturales y religiosos juegan un papel tan importante como los somáticos o biológicos (véase también Buell).[ix] Igualmente importante sobre el tema de la periodicidad son los estudios que han expresado críticas en relación al papel que se ha asignado a la modernidad como eje principal de la formación de conceptos.[x]

            La riqueza de los estudios sobre la naturaleza de las sutilezas conceptuales de los términos ‘raza’ y ‘racismo’ muestra la complejidad de los problemas con ellos asociados. Varios trabajos han enfatizado el papel que España y Portugal han desempeñado en la historia plural de la idea de raza, así como el papel que desempeñan la diferencia y la persecución religiosas en la elaboración del concepto de raza.[xi] El impacto del español en otros idiomas viene destacado en influyentes trabajos sobre la raza, como es Race in North America de Smedley, obra de amplia difusión donde se plantea plantea la hipótesis de que el término inglés ‘race’ se adoptó del español ‘raza’, derivado del vocabulario relativo a las razas animales, durante los siglos XV y XVI gracias a la situación hegemónica que España tenía en Europa durante este período (p. 37).[xii] Otros estudios han notado diversos vínculos entre el desarrollo del racismo y el del capitalismo y el colonialismo.[xiii] En los estudios sobre raza se ha sopesado también el papel asignado a la sangre, a la genealogía, al color de piel y a las nociones de limpieza.[xiv]

            En un ejemplo de lo que Koselleck llamó “entrelazamiento temporal” centrado en el lenguaje, varios trabajos recientes han notado que el uso acrítico de ‘raza’, ‘racial’ y términos afines ha ayudado a perpetuar algunos de los principios del racismo (por ejemplo, Burk).[xv] Como muestra pueden citarse las referencias de Ochoa y Pidal a la “raza judía” y “raza judáica” y al converso Antón de Montoro como “pobre y judío de raza” en su edición del Cancionero de Baena.[xvi] De manera similar, estudiosos como Márquez Villanueva han utilizado el término para referirse a los conversos, por ejemplo refiriéndose a ellos como “hermanos de raza”.[xvii] Del mismo modo, otros estudiosos, por su parte, simplemente aplicaron el término en su uso contemporáneo de manera retroactiva, como hace por ejemplo Caro Baroja en su Razas, pueblos y linajes.[xviii] Para complicar aún más las cosas, estos estudiosos, al menos en algunos casos, simplemente repiten de manera acrítica la terminología que aparece en los documentos que son objeto de su estudio (véase, por ejemplo, el uso de “raza” por parte de Sicroff).[xix] A esta práctica hay que añadir la de las traducciones de textos latinos al español del siglo XX, las cuales han usado de modo sistemático la palabra ‘raza’ para traducir el latín ‘genus’ y otros términos afines, invitando de este modo al estudio de raza y racismo en épocas y en documentos donde de hecho no consta. Como ejemplo puede citarse el de la Cuarta Década de Alonso de Palencia, donde se describe la animosidad contra los conversos de Córdoba “sub voce violate religionis a gentili neophitorum”, que aparece traducido como “al grito de haberse violado la religión por la raza de los neófitos” en la edición de López de Toro.[xx]

            La problemática y generalizada traducción de ‘gens’, ‘genus’ y ‘natio’ como ‘raza’ ha llevado a académicos como Bartlett a señalar los inconvenientes que plantea tal interpretación de los términos.[xxi] De hecho, en los textos de autores del siglo XV como Lope de Barrientos el latín ‘genus’ aparece traducido como ‘linaje’,[xxii] encontrándose idéntica traducción en la entrada “Genus” del Vocabulario de Fernández de Santaella (“Tomase tambien por linage”).[xxiii] La confusión se ha visto aumentada por algunos errores de traducción de críticos posteriores que se han tomado como citas textuales de fuentes primarias y que, debido a su  importancia, se han interpretado como testimonios clave de la expresión de un pensamiento racial temprano. La cita que hace Sicroff de la advertencia de Martínez Silíceo en favor de rechazar un caballo que no sea purasangre o “de raza” se ha tomado como evidencia de un temprano uso de ‘raza’ en términos genealógicos relacionados con la cría de animales. Esta cita aparece en una carta en la que Martínez Silíceo pide al Papa Pablo III que retire su apoyo al hijo de un converso para optar a un puesto como canónigo en la Iglesia de Toledo. Sin embargo, tal uso de ‘raza’ es en realidad la traducción de Sicroff de “genus” en sus varios casos en el texto latino: “[…] non ad­mitere equos in suum stabulum, non generos equos etiam si gratis da­rentur, primum nanque quod in eorum emptione queritur est genus, unde prodierint quandoquidem, equorum quidan sunt genere nobiles alis vero contra nos autem qui ceteris animantibus prestamus, de optimo dabimus eos homines qui generis sunt obscuri, quippe a paren­tibus recens adhuc sue pravitatis retinent” (BNE Ms. 13038, fol. 134v) [énfasis añadido; se mantiene la grafía original del manuscrito]. Sicroff resume así este pasaje:

Una sorprendente analogía brota bajo la pluma del arzobispo, quizás un recuerdo de su infancia campesina, cuando compara el problema debatido al del tratante de caballos. A éste, si le ofrecen un caballo imperfecto, aun regalado, no lo aceptará en su cuadra, porque lo que más le importa es la raza del animal. Esta es su preocupación principal, aun cuando se cree que el caballo es de raza noble. Sin embargo, cuando se trata de esta raza oscura de conversos, hay quienes quisieran admitirlos a los mejores puestos en la Iglesia cuando todavía tienen en los labios la leche de la reciente perversidad de sus antepasados. [énfasis añadido][xxiv]

De este modo, según la interpretación de Sicroff, Martínez Silíceo estaría contrastando la noble raza de un caballo con la oscura raza de los conversos, vinculando directamente el término y el concepto de raza con los conversos y con la cría de caballos en el contexto de los estatutos de limpieza de sangre. De modo similar, se ha citado repetidamente la entrada del libro del Colegio de San Clemente de 1530 que documenta la admisión de Diego de Castilla al Colegio interpretándola como una valoración de la limpieza de sangre de Diego de Castilla que proporcionaría un vínculo adicional entre la ‘raza’ genealógica y la limpieza de sangre: “si por un lado pertenecía a raza muy aristocrática (pues su familia era del linaje del rey don Pedro, aunque por línea bastarda), por otro lado era de estirpe hebrea”. Sin embargo, la cita no aparece en el documento, que está escrito en latín y que no contiene ninguna referencia a ‘raza’.[xxv] En realidad, el texto aludido es la muy citada afirmación de Caro Baroja relativa a la ascendencia de Diego de Castilla que se ha (mal)interpretado como una referencia textual a los registros del Colegio de San Clemente.[xxvi] Debido a la importancia clave que se ha atribuido a la documentación temprana de ‘raza’ y de su campo semántico, se hace preciso comenzar, como punto de partida clave, con una mejor comprensión del término en sus primeros testimonios.   

 

La conceptualización de raza

            La mera documentación de los testimonios históricos de un determinado término con el fin de dilucidar su significado tan solo puede resultar en una comprensión parcial de los procesos mediante los cuales se ha ido desarrollando el concepto que denota. Varias de las tendencias actuales en teoría conceptual pueden ayudar a comprender la importancia de combinar el estudio del desarrollo de conceptos que son específicos de un determinado campo y el de sus manifestaciones lingüísticas contextualizadas. Álvarez Moreno ha subrayado la importancia del “giro lingüístico” en toda consideración histórica.[xxvii] Esta llamada resuena también en el énfasis que Koselleck atribuye al papel mediador del lenguaje y a su centralidad en la historia conceptual y social, así como en la obra de otros estudiosos (por ejemplo Harris y los estudios recogidos en Carrasco Manchado).[xxviii] Por su parte, este énfasis sitúa la formación de conceptos en relación interdependiente con el estudio de la terminología en un amplio continuo cronológico.[xxix] La teoría conceptual también ha sido de gran importancia a la hora de subrayar la naturaleza estratigráfica de la formación conceptual, destacándose la acumulación de significados a lo largo de los siglos y haciéndose manifiesta la necesidad de contar con la pericia de personas expertas en el análisis de textos literarios,[xxx] a la vez que se considera la contextualización histórica del texto.[xxxi] Numerosos estudios han señalado asimismo el papel fundamental que la metáfora desempeña en el cambio semántico, así como la función de la misma en los dominios conceptuales y en la formación de conceptos, resaltándose además su poder de representación conceptual. De interés central para el estudio de la raza tal y como se contempla en estas páginas son la naturaleza situacional de la formación metafórica, la necesidad de comprender cómo las metáforas interrelacionadas pueden formar sistemas de metáforas y, por último, cómo las metáforas conceptuales se generan a partir de estructuras cognitivas.[xxxii] Igualmente importante como característica esencial de la metáfora es la multivocidad, que se apoya en la amplia gama de redes semánticas que forma.[xxxiii] Esta metodología invita a ir más allá de la mera indagación etimológica y del simple estudio lexicográfico para interrogar la relación entre término, campo semántico y dominio conceptual. A todo esto debe añadirse que, como ha señalado Cornejo, tal estudio debe emprenderse entendiendo la metáfora como un vínculo entre lenguaje y concepto que está formado sobre patrones culturales.[xxxiv] Esta perspectiva invita a su vez a un estudio situacional que tenga en cuenta lenguas y culturas específicas y que por tanto sea más inclusivo que el que presentan posturas universalistas o paneuropeas tales como la de Spitzer, sobre la cual se trata más adelante en estas páginas.

            La necesidad de tener en cuenta las condiciones epistémicas que influyen en la constitución del texto ha sido subrayada por académicos como Busse, quien opta por una semántica de profundidad que combina las consideraciones léxicas, conceptuales, sintácticas y textuales y que incorpora enfoques de análisis histórico y discursivo.[xxxv] También son muy relevantes para este estudio algunas de las principales contribuciones de la sociolingüística histórica, que enfatiza que la lengua debe analizarse en su contexto social, en el que entran los factores socioculturales y sociohistóricos, haciendo uso de diferentes tipos de textos entre los que deben incluirse los literarios, además de otros documentos en su versión original. Por su parte, la sociolingüística histórica nos ayuda a explicar los factores y procesos tanto de cambio como de activación, a la vez que destaca la labilidad del lenguaje y señala la importancia de las capas semánticas, mediante las cuales la palabra se enriquece con el paso del tiempo, formándose sustratos semánticos.[xxxvi] La sociolingüística histórica también proporciona herramientas útiles para examinar las diversas formas en las que el cambio lingüístico se difunde por vía de transmisión lineal, así como de manera más extensa a través de amplias redes de difusión.[xxxvii] Mesthrie ha llamado la atención sobre la naturaleza socio-geográfica e histórica del lenguaje relativo a raza, etnia, religión y castas, así como lo mucho que el discurso religioso depende de la metáfora.[xxxviii]

            Desde una perspectiva similar, partiendo de la sociolingüística histórica y con un enfoque específico en el español, Anipa ha destacado la importancia de realizar estudios específicos para cada lengua que incorporen la obra de los primeros gramáticos como fuente literaria.[xxxix] De este modo se hace más fácil identificar las razones por las que se activan ciertas innovaciones lingüísticas, así como los procesos que facilitan la incorporación de tales innovaciones al lenguaje. Asimismo, los estudiosos de la teoría conceptual han identificado diferentes herramientas y fuentes relevantes. Entre tales fuentes se incluyen los diccionarios, entendidos como productos culturales que dan testimonio de las tradiciones que funcionan para una determinada comunidad en un momento determinado.[xl] Del mismo modo, se ha llamado la atención sobre la necesidad de tener en cuenta el conocimiento que sobre un determinado tema aportan las disciplinas específicas, como es el caso, por ejemplo, en el estudio de ‘nación’ (así como el de ‘revolución’).[xli] En la misma línea, Franzinetti ha destacado la importancia que tienen las consideraciones léxicas para el estudio del nacionalismo, la etnia y la raza.[xlii] Es también importante notar que se ha sopesado la fluctuación de la terminología y la relación con el campo o campos semánticos asociados con tal fluctuación al valorarse enfoques tan divergentes en el pensamiento racial como son la hipótesis de continuidad y la de ruptura conceptual.[xliii] Para los propósitos que alientan al estudio de ‘raza’, el enfoque más productivo es el que incorpora aquellas intersecciones disciplinares que facilitan la exploración de una amplia variedad de textos. De este modo se hace posible estudiar cómo los cambios en el/los campo(s) semántico(s) de ‘raza’ facilitaron un cambio conceptual efectuado por medio de una superposición de diferentes tipos de discurso.

 

Orígenes

            El término ‘raza’ aparece definido por primera vez en el Universal Vocabulario de Alfonso de Palencia de 1490, donde se le da el significado de defecto propio de las vasijas de barro (“Ignia. son las raças que salen en las vasijas de tierra”), definición que Palencia parece haber tomado del lexicón de Sextus Pompeius Festus, a quien cita directamente en otras entradas del Universal Vocabulario (como por ejemplo en ‘natio’): “Ignia vitia vasorum fictilium” (s.v.).[xliv] Con un sentido similar aparece en el diccionario manuscrito del siglo XV de la Biblioteca de El Escorial, donde se lee: “Raça de Rado . is vjene que se toma por raer”.[xlv] Por su parte, el Vocabulario español-latino (ca. 1495) de Nebrija da dos entradas para ‘raça:’ “Raça del sol. radius solis per rimam” y “Raça del paño. panni raritas”.[xlvi] Esta “raça del paño” era una lista formada por una irrregularidad del tejido que podía fácilmente detectarse examinando la tela al contraste con la luz. El término ‘raza’ también se usa en el vocabulario de gemología, metalurgia y mineralogía en el mismo sentido de imperfección, en este caso en referencia a una raya o raja, como ya sugiere la definición de Alfonso de Palencia. Aparece usada con este significado, por ejemplo, en la carta de Vasco Núñez de Balboa fechada en 1515, donde se usa el término, yuxtapuesto al de ‘mácula’, para referirse a las imperfecciones de las perlas: “Sepa V.M. que se trajo desta esta isla rica una perla entre las otras, que pesaba diez tomines, muy perfecta, sin ninguna raza ni mácula, y de muy lindo color, lustre y hechura”.[xlvii] Con el mismo significado sigue apareciendo más tarde, como por ejemplo en la traducción que hizo Juan Cobo del Libro chino intitulado Beng Sim Po Cam de Liben Fan: “El libro Ken hen Dize las piedras preciosas muy finas sin raza son para parias de los Reynos” (ca. 1590).[xlviii] Con el sentido de ‘raja’ o ‘grieta’ considerada un defecto y tratada como enfermedad del casco de los caballos aparece desde el siglo XIII en los tratados de albeitería, tal y como puede verse en el Libro de los caballos: “Dela enfermedat que dizen raza. Faze se a los cavallos una malautia quel dizen raça. Et faze se de sequedat de la unna e fazese de correr por carrera tiesta o por pedregosa. Otrossi faze se por aguadura o desainadura”.[xlix] Hay otro ‘raza’ relativo a la iniciativa del rey Felipe II de crear una raza de caballos en Córdoba, la que dará lugar al famoso caballo andaluz o español, tal como ha explicado Altamirano.[l] He examinado en otro lugar la importancia de la documentación generada por esta iniciativa y su impacto en las ordenanzas y la lengua de ‘raza’ y de reproducción animal, así como en el lenguaje administrativo y común a partir de la segunda mitad del siglo XVI.[li]

            Las investigaciones etimológicas sobre el término ‘raza’ llevan a la autoridad citada con más frecuencia, el Diccionario crítico etimológico de Corominas-Pascual, quienes siguen a Spitzer al asumir que ‘raza’ habría resultado de una evolución semiculta del latín ratio,-onis, con el sentido de “ índole, modalidad, especie”, un significado que, según Corominas-Pascual, tiene “el sentido biológico o de especie”.[lii] Corominas-Pascual plantearon la hipótesis de que ‘raça’/’raza’ habría entrado en el castellano a través de un préstamo de otras lenguas romances, posiblemente del catalán o del italiano. Por su parte, Menéndez Pidal y García de Diego trazaron una evolución de ‘raça’/’raza’ a partir de radius>*radia.[liii] Menéndez Pidal propuso que radius>*radia resultaría en ‘raza’ y ‘raya’, en un modelo de doble evolución igual a la de ‘badius’ > ‘bazo’ ‘bayo’, ‘gaudium’ > ‘gozo’ ‘goyo’, y *‘medianetum’ > ‘mezanedo’ ‘meyanedo’.[liv] Corominas-Pascual aceptaron las etimologías de García de Diego y Menéndez Pidal para pasar a plantear la hipótesis de la existencia de dos términos ‘raza’ en castellano medieval. Corominas-Pascual siguen a Lida al asumir que el término medieval ‘raza’ con el sentido de defecto textil habría influido con su connotación negativa en otro ‘raza’ que, siguiendo a Spitzer, proponen que habría entrado en el castellano a partir del latín ratio a través de otra lengua romance, aceptando la propuesta de Spitzer de que el significado de ratio en el sentido de “especie” fácilmente llegaría a dar ‘raza’.[lv] En el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española aparecía una sola etimología de ‘raza’, la de “radio> * radia”, hasta 2001, agrupándose los diferentes significados del término en una sola entrada. La versión actual del diccionario separa la entrada en dos etimologías diferentes según su significado y asigna a la ‘raza’ biológica una etimología del italiano ‘razza’ en consonancia con las teorías de Spitzer, probablemente a través de Corominas-Pascual.

            El trabajo de Spitzer tuvo una influencia significativa en las primeras investigaciones etimológicas sobre el italiano ‘razza’, el provenzal ‘rassa’, el francés ‘race’, el catalán ‘raça’ y el español ‘raza’, entre otros, al postular un origen del latín ‘ ratio’, que según Spitzer se había ya vinculado con ‘etnicidad’ en los textos latinos. Para Spitzer, el vínculo de ‘ratio’ con etnia habría sido una noción de corte platónico que habría conducido al desarrollo semántico de “tipos” a través de la adaptación de Agustín y después de Tomás de Aquino (“notion of rationes rerum of distinctive parts of the whole leading to the semantic development ‘types’”). Al proponer este cambio, Spitzer propuso un desarrollo conceptual por el que las consideraciones relativas al cambio lingüístico adquirían un peso secundario y permitían importantes saltos, que dejaba mal explicados, en el desarrollo semántico del término y de las transferencias semánticas relacionadas con el mismo. Para Spitzer, el término resultante “races”, cuyo significado sería “naturalezas de las cosas”, perdería con el tiempo la memoria “del trasfondo filosófico, la ideación de Dios”, que era la que se proponía trazar Spitzer al establecer la evolución de ‘ratio’ a “race”.[lvi] El contexto del trabajo de Spitzer es de particular importancia aquí, ya que su artículo de 1933 se situó explícitamente como respuesta a lo que este estudioso veía como conceptualizaciones materialistas y biológicas del término en la Alemania nazi. En 1948, Spitzer corroboró su teoría de que en la base de las expresiones modernas de raza se encontraba una forma latina culta, ratio (“that the Latin ratio in a learned form is at the bottom of our modern expressions for ‘race’”, p. 147). Como señaló en su artículo de 1948, su trabajo de 1933 sobre la razza italiana (en p. 300-301), donde, de forma significativa, también vinculaba ratio y natio, estaba informado por un “placer malicioso de proponer a Alemania la idea: “Das Wort, das heute im Gegensatz zu ‘Geist’ verwendet wird, hat also einen höchst geistigen Ursprung” [Así pues, la palabra que se utliza hoy en día en contraste con ‘espíritu’ tiene un origen muy espiritual].[lvii] Cuando defendía su etimología ratio > race, el objetivo explícito de Spitzer era enfatizar un significado espiritual, y no biológico, “del italiano razza, el cual parecen haber adoptado las otras lenguas” (“of the Italian razza, from which the other languages seem to have borrowed”).[lviii] Como ha señalado la crítica, Spitzer buscaba denunciar la interpretación biológica de las diferencias humanas por parte del nazismo y subrayar el origen espiritual de la humanidad a través de su etimología de Rasse, la cual habría adoptado un sentido biológico al separarse la lengua de Dios.[lix] Sin embargo, como ha demostrado Apter, el enfático interés de Spitzer en atribuir a ratio > race el significado de ‘genus’, ‘progenies’ o ‘species’ en realidad contribuyó a una “racialización” de la filología, al racializar las lenguas europeas tempranas y vincularlas a las definiciones de ‘raza’ del siglo XX.[lx] La explícita contextualización por parte de Spitzer de su trabajo dentro del “racialismo moderno” pone de manifiesto que esas primeras investigaciones etimológicas sobre ‘raza’ aparecen vinculadas a las mismas fuerzas que giran en torno a la aparición de racismo (rassismus) como término nuevo en las primeras décadas del siglo XX y a la interpretación biológica de la “raza” por parte del nazismo. Al vincular la evolución de palabras relativas a ‘race’ incluso en una lengua no románica como el alemán (rasse) a la razza del italiano y a una evolución del latín ratio, Spitzer trató las lenguas europeas de modo homogéneo, ligando en último término lenguas diferentes a un mismo origen latino y a “grandes pensadores como Platón, Filón, Agustín y Santo Tomás.”[lxi] Diversos estudiosos debatieron y finalmente descartaron diferentes aspectos de la etimología lineal con la que Spitzer ligaba el latín ‘ratio’ con diferentes lenguas europeas. En particular, Contini detalló las razones por las que una etimología del italiano “razza” derivada del occitano antiguo “rassa” y esta de “ratio” propuesta por Spitzer es insostenible y, a su vez, Terracini y Sabatini manifestaron otras críticas.[lxii] La falta de evidencia concluyente llevó a estudiosas como Coluccia a señalar la necesidad de realizar más investigaciones sobre el tema.[lxiii] Sin embargo, el vínculo propuesto por Spitzer entre raza y ‘ratio’ y entre ‘ratio’ y ‘gens’ tuvo un fuerte impacto conceptual en las teorías posteriores sobre el origen de la palabra, como aparece de forma manifiesta en Corominas-Pascual y su etimología del español ‘raza’. De este modo, la asociación entre la raza temprana y la clasificación humana penetró muy pronto en los debates académicos, siendo los argumentos etimológicos propuestos por Spitzer tan persuasivos que, aunque se plantearon serias objeciones con respecto a sus propuestas, estas lograron ejercer un importante impacto.                                                                                 

 

Evolución conceptual de raza

A diferencia de lo que propone Spitzer, el estudio del campo conceptual de raza y las aplicaciones metafóricas del término a lo largo de los siglos identifica a la Edad Media y la temprana Edad Moderna como momentos cronológicos clave para la formación semántica del término. El lenguaje de ‘raza’ es el resultado de una transferencia conceptual y terminológica por vía metafórica desde los campos textil y gemológico, y en menor medida de la veterinaria o albeitería equina, pasando de un significado de ‘raya’, ‘grieta’ y ‘defecto’ a un significado general de ‘defecto’ cuando se aplica a los humanos y en particular cuando se refiere a cualidades internas. De este modo, en el Libro de buen amor, raça aparece yuxtapuesto a “menguas” en las estrofas del “Enxienplo de la propiedat qu’el dinero ha” dedicadas a reprobar el poder del dinero sobre monjes, clérigos y frailes, quienes “con el dinero cunplen sus menguas e sus raças” (Juan Ruiz, Libro de buen amor, ed. Blecua, 1992, 504c).[lxiv] En este como en otros ejemplos que se estudian a continuación estamos ante la misma palabra, denotadora de defecto o tacha.  

El campo semático de ‘raza’ conllevaba asimismo la noción de limpieza, tal y como puede verse en el Cancionero de Baena. En este cancionero encontramos algunos de los testimonios más tempranos y esclarecedores de estas transformaciones y de los vínculos entre raza y defecto o mancha. En el decir “El fuego que es encubierto” dirigido a Leonor López de Córdoba, expulsada de la corte en 1412 por la reina Catalina de Lancaster, Gómez Pérez Patiño pondera:

Desque es fecho el daño
¿qué pro tiene el consejo?
Muchos vienen a conçejo
vestidos de piel d’engaño. 
a de lieve veo paño
que sea limpio de raça. 
Non se torna más la baça 
blanca por seguir el baño (1993, p. 629-30, vv. 49-56)

Aquí la raça a la que se refieren los versos es la “Raça del paño. panni raritas” según definición de Nebrija, como es obvio por la referencia al “paño”, usada ya en sentido metafórico y en un contexto sociopolítico. Además, la rima con baça (‘de color oscuro’) sirve para subrayar el vínculo de raça con suciedad que también se evidencia por el uso contrastivo de limpio. La productividad metafórica y semántica de la raça textil aparece manifiesta en las varias versiones del citadísimo refrán “en el mejor paño cae la raça” o en otras versiones que especifican la grana o la escarlata como los paños de la más alta calidad, como por ejemplo “en el escarlata cae la raza”.[lxv] La metáfora textil aparece amplificada en otros casos mediante la adición de términos afines como el de polilla, tal y como puede verse en el intercambio poético de Juan Alfonso de Baena con Ferrán Manuel: “Fernand Manuel, por que versefique / donaires mi lengua sin raça e polilla,” en el poema “Ferrand Manuel, boz mala vos gique” (1993, 641, v. 9-10).[lxvi] El uso del término ‘raça’ en la poesía del Cancionero de Baena mereció un temprano comentario de Lida en su estudio sobre el Decir a las siete virtudes de Francisco Imperial, donde aparece en la estrofa número 50:   

A los tus suçessores claro espejo
será ¡mira! el golpe de la maça,
será ¡mira! el cuchillo bermejo
que cortará doquier que falle raça; 
estonçes luzirá en toda plaça
la quarta [dueña] de aquestas estrellas 
e cantarán todas estas donzellas:
“¡Biva el Rey do justiçia ensalça!” (1993, 316, v. 393-400)

Como ya observó atinadamente Lida, el poema de Imperial hace aquí un uso metafórico del ‘raça’ textil y del cuchillo real, cuyo deber es castigar las culpas y cortar los problemas y abusos que encuentre a su paso (1947, 175-177). En este sentido, debe tenerse en cuenta otro poema de Juan Alfonso de Baena, su decir “Para Rey tan exçelente”, dirigido al rey Juan II en relación a las discordias políticas con los Infantes de Aragón y proponiendo sus remedios, cuya estrofa número 149 reza así:

Alto Rey, e aun igualastes 
a los grandes e a los chicos,
a los pobres e a los ricos,
e a todos los perdonastes;
por lo qual, señor, quitastes
del reino todas las raças, 
e por mercados e plaças
pregonarlo vos  mandastes (1993, 766, v. 1179-1186)

Al igual que en el poema de Imperial, aquí “raças” aparece usado en referencia a los problemas y defectos del reino, de cuya erradicación es responsable el rey. Debe notarse asimismo que el término aparece en esta estrofa en rima con “plaças”, siguiendo una práctica común recomendada por Guillén de Segovia en La Gaya Ciencia (1962, 143 A 15), cuyo autor además la usa en su decir contra la pobreza “Maguer que saturno mi suerte guerrea,” donde la pobreza

en casta donzella consyente la raça
maguer que por obra no pase tal yerro
faze destraños fenchir nuestra plaça
y a los naturales vevir en destierro” (1989, 171, v. 53-55).

El discurso religioso y moralista ayudó a ubicar este defecto humano interno en las cualidades morales individuales y luego lo somatizó localizándolo en la sangre mediante la difusión de los estatutos de limpieza de sangre y de las expresiones “sin raza”, “con raza”, “tener raza de”. Por este motivo, tal somatización se aplicaría particularmente a las minorías religiosas tales como judíos y musulmanes de una manera que ubicaba la diferencia religiosa en el cuerpo y convertía la creencia religiosa en diferencia física.

El lenguaje de ‘raza’ adoptó una compleja red semántica que giraba en torno a las dicotomías de limpieza y suciedad, pecado y bautismo, así como color (claro y oscuro), con implicaciones tanto físicas como simbólicas, de manera más enfática en forma de la oposición entre blancura y negrura, limpieza y suciedad. El color negro estaba ligado, entre otros términos y conceptos, a la raza como falta o mancha y en este contexto al pecado, lo que ayudó a acercar la raza al campo semántico-simbólico de la negrura. En muchos contextos, la blancura estaba personificada por María y su concepción inmaculada dominaba un vocabulario que incorporaba la red semántica de la raza. Un ejemplo es el que se encuentra en el poema de Mosén Juan Tallante “Otra obra suya sobre la libertad de nuestra señora del pecado original”, inserto en el Cancionero General de 1511. En el poema Tallante usa ‘raça‘ en relación con María, “inclita virgen clarifica estrella” (v.37), que es “lo mas puro” (v. 31) y está libre del pecado original, siendo descrita en los siguientes términos: “no taca ni raça ni niebla ni humo / mas fulgido templo de gran resplandor”.[lxvii] Aquí se contrastan ‘taca’, ‘raça’, ‘niebla’ y ‘humo’, términos asociados por rasgos semánticos comunes que abarcan la oscuridad y la mancha, con el resplandor y brillo de una María limpia y llena de luz. Los rasgos asociados con tal ‘raça’ se entendían como características tanto internas como externas. Del mismo modo que en los versos anteriores la ‘raça’ aparece asociada con el humo negro y la ausencia de la luz de María, el Cancionero espiritual presenta una asociación similar de lo blanco con la luz y la limpieza de María, al tiempo que enlaza su blancura con su concepción inmaculada y la contrasta con el negror y la ‘raça’ que jamás la oscurecieron ni mancillaron:

La sapiença bien la nombra 
espejo de resplandor 
inmaculado 
no escurescido de sombra, 
ni de raça ni negror, 
ni nublado 
La luz que della salio 
la docto de tal blancura, 
tan sin nota 
que nunca en ella cayo 
manzilla de negregura 
ni vna gota[lxviii]

De este modo, negrura, oscuridad, suciedad, mancilla y raza se presentan como términos asociados conceptualmente en estos poemas cancioneriles, al tiempo que se reafirma su contraste con la terminología asociada con los conceptos de luz, luminosidad, blancura y limpieza. 

            En conclusión, la formación temprana del concepto de raza es el resultado de una transferencia conceptual y terminológica de carácter metafórico efectuada a partir de los campos textil, gemológico y metalúrgico, a los que se suma, en segundo lugar, el de la albeitería. De este modo pasa de significar ‘raya,’ ‘grieta’ y ‘defecto’ a, más generalmente, ‘defecto’ humano y, en particular, a defectos internos. El discurso religioso y moralista contribuyó a la ubicación de este defecto humano en las cualidades morales individuales, para pasar a considerarse algo somático y ubicado en la sangre. Tal construcción fisiológica de la raza se institucionalizó de una manera efectiva a través de los estatutos de limpieza de sangre y se aplicó principalmente a las minorías religiosas, convirtiendo la creencia religiosa en diferencia física. El término raza connotaba un defecto escondido y adoptó una compleja red semántica que giraba en torno a las dicotomías de limpieza-suciedad, pecado-bautismo, y color claro-oscuro. Estas dicotomías eran tanto físicas como simbólicas y podían referirse a características internas y externas. La raza negativa vino a coexistir con una raza positiva y marcada que se adoptó en el lenguaje cotidiano a través del lenguaje administrativo y luego legal derivado de los esfuerzos reales por fomentar la cría selectiva y marcada de caballos. Raza como defecto metafórico luego transformado en fisiológico y la posterior raza o progenie marcada ayudarían a establecer mapeos conceptuales cada vez más amplios y superpuestos para designar la raza humana.

            La propuesta teórica que se ha presentado aquí invita al estudio combinado de textos literarios, religiosos y administrativos en un contexto localizado cronológicamente y con la ayuda de la evidencia testimonial de textos, vocabularios y diccionarios de las épocas pertinentes. Desde el punto de vista teórico, las aportaciones de la teoría conceptual y de la sociolingüística histórica deben combinarse con los estudios filológicos, léxicos e históricos, entre otros, para emprender estudios productivos sobre la raza y el racismo.    

 

Obras citadas

  • Aguado, José María. Glosario sobre Juan Ruiz; poeta castellano del siglo xiv. Espasa-Calpe, 1929.
  •  Altamirano, Juan Carlos. El caballo español: la evolución de su morfología – The Spanish Horse: The Evolution of Its Morphology, Trad. Catherine Germam. Ediciones Ecuestres, 2000.
  • —. Historia y origen del caballo español – History and Origins of the Spanish Horse (1567-1800), Trad. Catherine Germam, Málaga, Ediciones Ecuestres, 2005.
  • Álvarez-Moreno, Raúl. “Towards a Linguistics of History in Medieval and Early Modern Spain: The Ideological Implications of Historiansʼ Linguistic Views and Practices”. Imago Temporis. Medium Aevum, n. 8, 2014, pp. 61-84.
  • Anidjar, Gil. Blood: A Critique of Christianity. Columbia UP, 2014. 
  • Anipa, Kormi. “Speaker-Based Approaches to Past Language States.” Manual of Romance Sociolinguistics. De Gruyter, 2018, pp. 280-306. 
  • Apter, Emily. The Translation Zone: A New Comparative Literature. Princeton UP, 2011.
  • Arias, Julio y Eduardo Restrepo. “Historizando raza: propuestas conceptuales y metodológicas.” Crítica y Emancipación, n. 3, 2010, pp. 45-64.
  • Balibar, Etienne. “Is There a ‘Neo-Racism’?” Race, Nation, Class: Ambiguous Identities, editado por Etienne Balibar e Immanuel Wallerstein. Verso, 1991, pp. 17–28. 
  • Balibar, Etienne and Immanuel Wallerstein, Race, Nation, Class: Ambiguous Identities. Verso, 1991.
  • Barcelona, Antonio, editor. Metaphor and Metonymy at the Crossroads: A Cognitive Perspective. Mouton de Gruyter, 2003.
  • Bartlett, Robert. “Medieval and Modern Concepts of Race and Ethnicity.” Journal of Medieval and Early Modern Studies, n. 31, 2001, pp. 39-56.
  • Bethencourt, Francisco. Racisms: From the Crusades to the Twentieth Century. Princeton UP, 2013.
  • Buell, Denise Kimber. Why This New Race: Ethnic Reasoning in Early Christianity. Columbia UP, 2005.
  • Burk, Rachel L. “Purity and impurity of blood in Early Modern Iberia.” The Routledge Companion to Iberian Studies, edited by Javier Muñoz-Basols, Manuel Delgado Morales, ‎Laura Lonsdale. Routledge, 2017, pp. 173-183.
  • Busse, Dietrich. “Conceptual History or a History of Discourse? On the Theoretical Basis and Questions of Methodology of a Historical-Semantic Epistemology.” Global Conceptual History. A Reader, edited by Margrit Pernau y Dominic Sachsenmaier. Bloomsbury, 2016, pp. 107-132.
  • Cancionero espiritual, Valladolid 1549, ed. Bruce W. Wardropper, Valencia, Castalia, 1956.
  • Cañizares Esguerra, Jorge. “Demons, Stars and the Imagination: The Early Modern Body in the Tropics.” The Origins of Racism in the West, edited by Miriam Eliav-Feldon, Benjamin Isaac y Joseph Ziegler, Cambridge, Cambridge UP, 2009, pp. 313-325.
  • Caro Baroja, Julio. Los judíos en la España moderna y contemporánea, Vol. 2. ISTMO, 1978.
  • —. Razas, pueblos y linajes, Madrid, Revista de Occidente, 1957.
  • Carrasco Manchado, Ana Isabel, ed., El historiador frente a las palabras. Lenguaje, poder y política en la sociedad medieval: nuevas herramientas y propuestas. Axac, 2017.
  • Carriscondo Esquivel, Francisco M. “El valor del diccionario para la investigación de la historia de los conceptos sociales (a propósito del término revolución).” Nueva Revista de Filología Hispánica, n. 56, 2008, p. 1-30.
  • Cejador y Frauca, Julio. El lenguaje, sus transformaciones, su estructura, su unidad, su origen, su razón de ser, estudiados por medio de la comparación de las lenguas. Vol. 5: Tesoro de la lengua castellana. Origen y vida del lenguaje. Lo que dicen las palabras. R. Perlado, Paez y Compañía, 1908.
  • Chignola, Sandro y Giuseppe Duso, Historia de los conceptos y filosofía política. Biblioteca Nueva, 2009.
  • Coluccia, Rosario. “L’etimologia di ‘razza:’ Questioni aperta o chiusa?” Studi di filologia italiana, n. 30, 1972, p. 325–30.
  • Contini, Gianfranco Contini “I più antichi esempî di ‘razza’” Studi di filologia italiana, n. 17, 1959, p. 319–27.
  • Cornejo, Cornejo. “Conceptualizing Metaphors versus Embodying the Language.” Culture & Psychology, n. 13, 2007, p. 474–87.
  • Corominas, Joan. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, con José A. Pascual, Vol. 4. Gredos, 1991–97.
  • Dutton, Brian, ed. El cancionero del siglo XV, c. 1360–1520, 7 vols., Biblioteca Española del Siglo XV. U de Salamanca, 1990-1991.
  • Edwards, John.“The Beginnings of a Scientific Theory of Race?” From Iberia to Diaspora: Studies in Sephardic History and Culture, editado por Yedida K. Stillman y Norman A. Stillman.  Brill, 1999, pp. 179-196.
  • Eliav-Feldon, Miriam and Benjamin Isaac, Joseph Ziegler eds., The Origins of Racism in the West. Cambridge UP, 2009.
  • Fan, Liben. Libro chino intitulado Beng Sim Po Cam que quiere decir Espejo rico del claro corazón, o Riquezas y espejo con que se enriquezca, y donde se mire el claro y limpio corazón, trad. Fray Juan Cobo, Biblioteca Nacional de España, Ms. 6040.
  • Fernández de Santaella, Rodrigo. Vocabulario ecclesiastico Vocabularium ecclesiasticum, Sevilla, Johannes Pegnitzer, Magnus Herbst, y Thomas Glockner, 1499.
  • Festus, Sextus Pompeius. De verborum significatu quae supersunt cum Pauli epitome, ed. W. M. Lindsay, 1913, Hildesheim, G. Olms, 1965.
  • Franzinetti, Guido. “The Historical Lexicon of Nationalism: Ethnicity, Ethnos, Race, Volksstamm: Historical Footnotes.” Colloquia Humanistica, n. 5, 2016, p. 54–62.
  • Fredrickson, G. M. Racism: A Short History. Princeton UP, 2002.
  • Fuchs, Barbara. “The Spanish Race.” Rereading the Black Legend: The Discourses of Religious and Racial Difference in the Renaissance Empires, edited by Margaret R. Greer, et al, U of Chicago P, 2007, pp. 88–98.
  • García de Diego, Vicente. Diccionario etimológico español e hispánico. Espasa-Calpe, 1985.
  • Gómez-Bravo, Ana M. “Crítica religiosa, tachas personales: las raças del Libro de buen amorMujer, saber y heterodoxia: ‘Libro de buen amor’, ‘La Celestina’ y ‘La Lozana andaluza’, editado por Francisco Toro Ceballos, Centro para la Edición de los Clásicos Españoles, 2022, pp. 163-172.
  • —. “The Origins of Raza: Racializing Difference in Early Spanish.” Interfaces: A Journal of Medieval European Literatures, n. 7, 2020, p. 64-114.
  • —. “Raza: Terminología y conceptualización a finales de la Edad Media.” Archivum: Revista de Filología, n. 72, 2022, p. 259-296.
  • —. “‘Raza’ y racialización en el tardomedievo: en torno al Cancionero de Baena.Corte y poesía en tiempos de los primeros Trastámara castellanos: lecturas y relecturas, editado por Antonio Chas Aguión, Studien zu den Romanischen Literaturen und Kulturen / Studies on Romance Literatures and Cultures. Peter Lang, 2022, pp. 17-46.
  • Greer, Margaret R. et al, eds., Rereading the Black Legend: The Discourses of Religious and Racial Difference in the Renaissance Empires. U of Chicago P, 2007.
  • Hampe, Beate, ed. Metaphor: Embodied Cognition and Discourse. Cambridge UP, 2017.
  • Harney, Michael. Race, Caste, and Indigeneity in Medieval Spanish Travel Literature. Palgrave McMil­lan, 2015.
  • Harris, Roy. The Linguistics of History. Edinburgh UP, 2004.
  • Heng, Geraldine. The Invention of Race in the European Middle Ages. Cambridge UP, 2018.
  • Hernández-Campoy, Juan Manuel y Juan Camilo Conde-Silvestre. The Handbook of Historical Sociolinguistics. Wiley-Blackwell, 2012.
  • Ibarretxe-Antuñano, Iraide. “The relationship between conceptual metaphor and culture” Intercultural Pragmatics, n. 10, 2013, pp. 315-39.
  • Jurado, José. “Precisiones de significado en el Libro de Buen Amor», Romania, n. 111, 1990, pp. 454-80.
  • Koselleck, Reinhart. The Practice of Conceptual History: Timing History, Spacing Concepts. Stanford UP, 2002.
  • Lakoff, George and Mark Johnson. Metaphors We Live By. U of Chicago P, 1980.
  • Lampert, Lisa. “Race, Periodicity, and the (Neo-) Middle Ages.” Modern Laguage Quarterly, n. 65, 2004, pp. 391-421.
  • Lampert-Weissig, Lisa. Medieval Literature and Postcolonial Studies. Edinburgh UP, 2010.
  • Lida, María Rosa. “Un decir más de Francisco Imperial: Respuesta a Fernán Pérez de Guzmán” Nueva Revista de Filología Hispánica, n. 1, 1947, pp. 170-77.
  • Lloyd, Paul M. “On Conducting Sociolinguistic Research in the Middle Ages.” Hispanic Medieval Studies in Honour of S. G. Armistead, editado por Samuel G. Armistead et al., Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1992, pp. 201–10.
  • MacDonald, Gerald J. editor. Diccionario Español-Latino del Siglo XV. An Edition of Anonymous Manuscript f.II.10 of the Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial. Hispanic Seminary of Medieval Studies, 2007.
  • Mallon, Ron. “Was Race thinking invented in the modern West?” Studies in History and Philosophy of Science, n. 44, 2013, pp. 77-88.
  • Mariátegui, José Carlos. La escena contemporánea. Minerva, 1925.
  • —. Figuras y aspectos de la vida mundial, 3 vols, Lima, Amauta, 1970.
  • Mariscal,  George. “The Role of Spain in Contemporary Race Theory” Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies, n. 2, 1998, pp. 7-22.
  • Márquez Villanueva, Francisco. “Conversos y cargos concejiles en el siglo XV” Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, n. 63, 1957, pp. 503-540.
  • Martín Gómez, María. “La introducción en España de la historia conceptual.” Azafea: Revista de Filosofía, n. 13, 2011, pp. 257-76.
  • Martínez Casado, Ángel. “La situación jurídica de los conversos según Lope de Barrientos.” Archivo Dominicano: Anuario, n. 17, 1996, pp. 25-64.
  • Medina, José Toribio. El descubrimiento del Océano Pacífico. Vasco Núñez de Balboa, Hernando de Magallanes y sus compañeros. Tomo II Documentos relativos a Núñez de Balboa. Editorial Universitaria, 1913.   
  • Menéndez Pidal, Ramón. “Etimologías españolas.” Romania n. 29, 1900, pp. 334-379.
  • Mesthrie, Rajend. “Race, Ethnicity, Religion, and Castes.” The Handbook of Historical Sociolinguistics, edited by Juan Manuel M. Hernández-Campoy y Juan Camilo Conde-Silvestre. Wiley-Blackwell, 2012, pp. 353-365.
  • Meyer-Lübke, Wilhelm. Romanisches Etymologisches Wörterbuch. C. Winter, 1911.
  • Navarro, María G. “Teoría y práctica conceptual: vida de los conceptos, vida de la lengua” Isegoría. Revista de Filosofía Moral y Política, n. 37, 2007, pp. 197-211.
  • Nebrija, Antonio de. Vocabulario español-latino, Facsímil. Real Academia Española, 1951.
  • Nirenberg, David. “Race and Religion.” A Cultural History of Race in the Middle Ages, edited by Thomas Hahn, ed., Vol. 2, Bloomsbury Academic, 2022, pp. 67-80, notas pp. 183-186.
  • Ochoa, Eugenio de y Pedro José Pidal, eds. El Cancionero de Juan Alfonso de Baena (Siglo XV) ahora por primera vez dado á luz, con notas y comentarios. Rivadeneyra, 1851.
  • Oncina Coves, Faustino, ed., Teorías y prácticas de la historia conceptual. CSIC-Plaza y Valdés, 2009.
  • Palencia, Alonso de. Cuarta Década de Alonso de Palencia, edición y traducción de José López de Toro, 2 vols. Real Academia de la Historia, 1970-1974.
  • —. Universal vocabulario en latín y en romance. Sevilla, 1490.
  • Pearce, S. J. “The Inquisitor and the Moseret: The Invention of Race in the European Middle Ages and the New English Colonialism in Jewish Historiography.” Medieval Encounters: Jewish, Christian, and Muslim Culture in Confluence and Dialogue, n. 26, 2020, pp. 145-190.
  • Pérez Martín, Antonio. Proles Aegidiana, Vol. 2: Los colegiales desde 1501 a 1600. Real Colegio de España, 1979.
  • Quijano, Aníbel. “Colonialidad del poder y clasificación social” Journal of World-Systems Research, n. 6, 2000, pp. 342-86.
  • Real Academia Española, Diccionario de la lengua española. Real Academia Española, 1970.
  • —. Diccionario de la lengua española, 23.ª ed. [versión en línea 23.3]. <https://dle.rae.es> [marzo 2023].
  • Richardson, Henry B. An Etymological Vocabulary to the “Libro de Buen Amor” of Juan Ruiz,  Arcipreste de Hita. Yale UP, 1930.
  • Ricoeur, Paul. Rule of Metaphor: The Creation of Meaning in Language. Routledge, 2015.
  • Rosenstock, Bruce. “Leo Spitzer and the Poetics of Monotheism.” Comparative Literature Studies, n. 44, 2007, pp. 254–278. 
  • Sabatini, Francesco. “Conferme per l’etimologia de razza dall’antico francese haraz.” Studi di filologia italiana, n. 20, 1962, pp. 365–382.
  • Sachs, Georg. El libro de los caballos: tratado de albeitería del siglo XIII. C. Bermejo, 1936.
  • Santos Domínguez, Luis Antonio y Rosa María Espinosa Elorza. Manual de Semántica Histórica. Síntesis, 1996.
  • Šarić, Ljiljana y Mateusz-Milan Stanojević, eds. Metaphor, Nation and Discourse. John Benjamins, 2019.
  • Schwartz, Daniel B. Ghetto: The History of a Word. Harvard UP, 2019.
  • Sicroff, Albert A. Los estatutos de limpieza de sangre: controversias entre los siglos XV y XVII. Juan de la Cuesta, 2010.
  • Smedley, Audrey y Brian D. Smedley, Race in North America Origin and Evolution of a Worldview. Westview P, 2011.
  • Sollors, Werner. Theories of Ethnicity: A Classical Reader. New York UP, 1996.
  • Soriano Salinas, Cristina. “La metáfora conceptual.” Lingüística cognitiva, editado por I. Ibarretxe-Antuñano y J. Valenzuela, Anthropos, 2012, pp. 87-109. 
  • Spitzer, Leo. “Ratio > Race.” Essays in Historical Semantics, S. F. Vani, 1948, pp. 147-169.
  • —. “Ratio > Race.” American Journal of Philology, n. 62, 1941, pp. 129–143.
  • —. “Raza del sol.” Hispanic Review, n. 10, 1942, pp. 64-66.
  • —. “Wortgeschichtliches.” Zeitschrift für romanische Philologie, n. 53, 1933, pp. 287–303.
  • Sweet, James H. “The Iberian Roots of American Racist Thought.” The William and Mary Quarterly 3rd Series, n. 54, 1997, pp. 143-66.
  • Sweetser, Eve. From Etymology to Pragmatics: Metaphorical and Cultural Aspects of Semantic Structure. Cambridge UP, 1990.
  • Terracini, Benvenuto. “Reseña de Essays in Historical Semantics de Leo Spitzer.” Nueva Revista de Filología Hispánica n. 5, 1951, pp. 424–430. 
  • Trim, Richard. Metaphor Networks: The Comparative Evolution of Figurative Language. Palgrave Macmillan, 2007.
  • Varo Zafra, Juan. “Historia conceptual y estudios literarios” Castilla. Estudios de Literatura, n. 4, 2013, pp. 204-228.

—————

[i] Geraldine Heng, The Invention of Race in the European Middle Ages, Cambridge, Cambridge UP, 2018. También son relevantes los estudios de Miriam Eliav-Feldon, Benjamin Isaac, Joseph Ziegler eds., The Origins of Racism in the West, Cambridge, Cambridge UP, 2009. El tema del racismo ha dado lugar a numeroso estudios, de los que es imposible dar citas exhaustivas. Para más referencias, véase la bibliografía citada en los estudios mencionados en estas páginas, así como Ana M. Gómez-Bravo, «Crítica religiosa, tachas personales: las raças del Libro de buen amor», en Mujer, saber y heterodoxia: ‘Libro de buen amor’, ‘La Celestina’ y ‘La Lozana andaluza,’ bajo la dirección de Francisco Toro Ceballos, Alcalá la Real, Centro para la Edición de los Clásicos Españoles, 2022, p. 163-172;  Ana M. Gómez-Bravo, «The Origins of Raza: Racializing Difference in Early Spanish», Interfaces: A Journal of Medieval European Literatures, n. 7, 2020, p. 64-114; Ana M. Gómez-Bravo, «Raza: Terminología y conceptualización a finales de la Edad Media», Archivum: Revista de Filología, n. 72, 2022, p. 259-296; Ana M. Gómez-Bravo, «‘Raza’ y racialización en el tardomedievo: en torno al Cancionero de Baena», en Corte y poesía en tiempos de los primeros Trastámara castellanos: lecturas y relecturas, bajo la dirección de Antonio Chas Aguión, Studien zu den Romanischen Literaturen und Kulturen / Studies on Romance Literatures and Cultures, Berlin, Peter Lang, 2022, p. 17-46, así como la bibliografía citada en estos estudios.

[ii] S. J. Pearce, «The Inquisitor and the Moseret: The Invention of Race in the European Middle Ages and the New English Colonialism in Jewish Historiography», Medieval Encounters: Jewish, Christian, and Muslim Culture in Confluence and Dialogue, n. 26, 2020, p. 145-190.

[iii] Véanse por ejemplo los argumentos expuestos por Julio Arias y Eduardo Restrepo, «Historizando raza: propuestas conceptuales y metodológicas», Crítica y Emancipación, n. 3, 2010, p. 45-64.

[iv] “Exacerbación del sentido racial de un grupo étnico, especialmente cuando conviene con otro u otros. 2. Doctrina antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior”. Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Madrid, Real Academia Española, 1970. La definición más reciente reza así: “Creencia que sostiene la superioridad de un grupo étnico sobre los demás, lo que conduce a la discriminación o persecución social” Diccionario de la lengua española, 23.ª ed. [versión en línea 23.3]. <https://dle.rae.es> [septiembre 2023].

[v] José Carlos Mariátegui, La escena contemporánea, Lima, Minerva, 1925, p. 285; José Carlos Mariátegui, Figuras y aspectos de la vida mundial, 3 vols, Lima, Amauta, 1970, vol. 1, p. 196, 200 y vol. 2, p. 146.

[vi] Véase Ana M. Gómez-Bravo, «The Origins of Raza: Racializing Difference in Early Spanish», art. cit. y las obras allí citadas.

[vii] Para un análisis de algunos de estos complejos temas, véase, por ejemplo, Lisa Lampert-Weissig, Medieval Literature and Postcolonial Studies, Edinburgh, Edinburgh UP, 2010.

[viii] Por ejemplo, véase Francisco Bethencourt, Racisms: From the Crusades to the Twentieth Century, Princeton, Princeton UP, 2013.

[ix] Lisa Lampert, «Race, Periodicity, and the (Neo-) Middle Ages», Modern Laguage Quarterly, n. 65, 2004, p. 391-42; G. M. Fredrickson, Racism: A Short History, Princeton, N.J., Princeton UP, 2002. Denise Kimber Buell, Why This New Race: Ethnic Reasoning in Early Christianity, New York, Columbia UP, 2005. Etienne Balibar, «Is There a ‘Neo-Racism’?» en Race, Nation, Class: Ambiguous Identities, bajo la dirección de Etienne Balibar e Immanuel Wallerstein, New York, Verso, 1991, p. 17–28.

[x] Juan Varo Zafra, «Historia conceptual y estudios literarios», Castilla. Estudios de Literatura, n. 4, 2013, p. 204-228, esp. p. 211-212.

[xi] Por ejemplo, Etienne Balibar e Immanuel Wallerstein, Race, Nation, Class: Ambiguous Identities, New York, Verso, 1991; John Edwards, «The Beginnings of a Scientific Theory of Race?», en From Iberia to Diaspora: Studies in Sephardic History and Culture, bajo la dirección de Yedida K. Stillman y Norman A. Stillman, Leiden, Brill, 1999, p. 179-196; Margaret R. Greer, et al, ed., Rereading the Black Legend: The Discourses of Religious and Racial Difference in the Renaissance Empires, Chicago, U of Chicago P, 2007; George Mariscal, «The Role of Spain in Contemporary Race Theory», Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies, n. 2, 1998, p. 7-22.; James H. Sweet, «The Iberian Roots of American Racist Thought», The William and Mary Quarterly 3rd Series, n. 54, 1997, p. 143-66.

[xii] Audrey Smedley y Brian D. Smedley, Race in North America Origin and Evolution of a Worldview, Boulder, CO, Westview P, 2011.Véase también las observaciones de Werner Sollors, Theories of Ethnicity: A Classical Reader, New York, New York UP, 199, p. xxix, xlii-xliii, n. 52.

[xiii] Etienne Balibar e Immanuel Wallerstein, op. cit.; Aníbal Quijano, «Colonialidad del poder y clasificación social», Journal of World-Systems Research, n. 6, 2000, p. 342-86. Muchos estudios han trazado los pasos que condujeron hacia una racialización de la diferencia durante el período colonial. Véase por ejemplo Jorge Cañizares Esguerra, «Demons, Stars and the Imagination: The Early Modern Body in the Tropics», en The Origins of Racism in the West, bajo la dirección de Miriam Eliav-Feldon, Benjamin Isaac y Joseph Ziegler, Cambridge, Cambridge UP, 2009, p. 313-325.

[xiv] Gil Anidjar, Blood: A Critique of Christianity, New York, Columbia UP, 2014; Barbara Fuchs, «The Spanish Race», en Rereading the Black Legend: The Discourses of Religious and Racial Difference in the Renaissance Empires, bajo la dirección de Margaret R. Greer, et al, Chicago, U of Chicago P, 2007, p.  p. 88–98; Barbara Fuchs, «The Spanish Race», en Rereading the Black Legend: The Discourses of Religious and Racial Difference in the Renaissance Empires, bajo la dirección de Margaret R. Greer, et al, Chicago, U of Chicago P, 2007, p.  p. 88–98; un análisis más detallado de las contribuciones críticas sobre el tema en Gómez-Bravo, «The Origins of Raza: Racializing Difference in Early Spanish», art. cit.

[xv] Reinhart Koselleck, The Practice of Conceptual History: Timing History, Spacing Concepts, Stanford, Stanford UP, 2002, p. 29-30; Rachel L. Burk, «Purity and impurity of blood in Early Modern Iberia», en The Routledge Companion to Iberian Studies, bajo la dirección de Javier Muñoz-Basols, Manuel Delgado Morales, ‎Laura Lonsdale, Abingdon-Oxon-New York, NY, Routledge, 2017, p. 173-183.

[xvi] Eugenio de Ochoa y Pedro José Pidal, ed., El Cancionero de Juan Alfonso de Baena (Siglo XV) ahora por primera vez dado á luz, con notas y comentarios, Madrid, Rivadeneyra, 1851.

  1. xxxiii, xxxiv, xxxvii, xxxviii.

[xvii] Francisco Márquez Villanueva, “Conversos y cargos concejiles en el siglo XV», Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, n. 63, 1957, p. 539.

[xviii] Julio Caro Baroja, Razas, pueblos y linajes, Madrid, Revista de Occidente, 1957.

[xix] Albert A. Sicroff, Los estatutos de limpieza de sangre: controversias entre los siglos XV y XVII, Newark, DE, Juan de la Cuesta, 2010, p. 41.

[xx]Alonso de Palencia, Cuarta Década de Alonso de Palencia, edición y traducción de José López de Toro, 2 vols., Madrid, Real Academia de la Historia, 1970-1974, vol. 2, p. 86.

[xxi] Robert Bartlett, «Medieval and Modern Concepts of Race and Ethnicity», Journal of Medieval and Early Modern Studies, n. 31, 2001, p. 39-56.

[xxii] Texto en Ángel Martínez Casado, «La situación jurídica de los conversos según Lope de Barrientos», Archivo Dominicano: Anuario, n. 17, 1996, p. 25-64, p. ej. p. 46-47

[xxiii] Rodrigo Fernández de Santaella, Vocabulario ecclesiastico Vocabularium ecclesiasticum, Sevilla, Johannes Pegnitzer, Magnus Herbst, y Thomas Glockner, 1499.

[xxiv] Albert A. Sicroff, op. cit., p. 142.

[xxv] Archivo del Colegio de España, Libri Admissionum, n. 3, fols. 113v-114r; Acta Sodalium VII n.11. Para la documentación sobre Diego de Castilla, véase también Antonio Pérez Martín, Proles Aegidiana, Vol. 2: Los colegiales desde 1501 a 1600, Bolonia, Real Colegio de España, 1979, p. 690-691.

[xxvi] Julio Caro Baroja, Los judíos en la España moderna y contemporánea, Vol. 2, Madrid, ISTMO, 1978, pp. 298-299.

[xxvii] Raúl Álvarez-Moreno, «Towards a Linguistics of History in Medieval and Early Modern Spain: The Ideological Implications of Historiansʼ Linguistic Views and Practices», Imago Temporis. Medium Aevum, n. 8, 2014, p. 61-84.

[xxviii] Koselleck, op. cit., p. 20-37; Roy Harris, The Linguistics of History, Edinburgh, Edinburgh UP, 2004; Ana Isabel Carrasco Manchado, ed., El historiador frente a las palabras. Lenguaje, poder y política en la sociedad medieval: nuevas herramientas y propuestas, Lugo, Axac, 2017.

[xxix] Para consideraciones al caso sobre la formación de conceptos y la importancia de situar los conceptos políticos en su contexto histórico, véase, por ejemplo, Sandro Chignola y Giuseppe Duso, Historia de los conceptos y filosofía política, Madrid, Biblioteca Nueva, 2009; María Martín Gómez, «La introducción en España de la historia conceptual», Azafea: Revista de Filosofía, n. 13, 2011, p. 257-76.

[xxx] Varo Zafra, op. cit. Los estudios enfocados en las aplicaciones de la teoría conceptual a la investigación histórica son demasiado numerosos para citarlos en su totalidad en estas páginas. Además de los que se aquí se mencionan, pueden verse por ejemplo los recogidos en Faustino Oncina Coves, ed., Teorías y prácticas de la historia conceptual, Madrid-México, CSIC-Plaza y Valdés, 2009.

[xxxi]Véanse consideraciones relevantes en María G. Navarro, «Teoría y práctica conceptual: vida de los conceptos, vida de la lengua», Isegoría. Revista de Filosofía Moral y Política, n. 37, 2007, p. 197-211.

[xxxii] Iraide Ibarretxe-Antuñano, «The relationship between conceptual metaphor and culture», Intercultural Pragmatics, n. 10, 2013, p. 315-39. Sobre la amplia erudición sobre la metáfora, véase, por ejemplo, Antonio Barcelona, ed., Metaphor and Metonymy at the Crossroads: A Cognitive Perspective, New York, Mouton de Gruyter, 2003; Paul Ricoeur, Rule of Metaphor: The Creation of Meaning in Language, London, Routledge, 2015; Luis Antonio Santos Domínguez y Rosa María Espinosa Elorza, Manual de Semántica Histórica, Madrid, Síntesis, 1996; Eve Sweetser, From Etymology to Pragmatics: Metaphorical and Cultural Aspects of Semantic Structure, Cambridge, Cambridge UP, 1990; y Richard Trim, Metaphor Networks: The Comparative Evolution of Figurative Language, Basingstoke [England], New York, Palgrave Macmillan, 2007.

[xxxiii] De importancia clave para estos desarrollos es la obra clásica de George Lakoff y Mark Johnson. Metaphors We Live By, Chicago, U of Chicago P, 1980, así como, más recientemente, el trabajo de otros académicos como son Cristina Soriano Salinas, «La metáfora conceptual», en Lingüística cognitiva, bajo la dirección de I. Ibarretxe-Antuñano y J. Valenzuela, Barcelona, Anthropos, 2012, p. 87-109, y los reunidos en Beate Hampe, ed. Metaphor: Embodied Cognition and Discourse, Cambridge, Cambridge UP, 2017; además de otros citados en estas páginas.

[xxxiv] Carlos Cornejo, «Conceptualizing Metaphors versus Embodying the Language», Culture & Psychology, n. 13, 2007, p. 474–87.

[xxxv] Dietrich Busse, «Conceptual History or a History of Discourse? On the Theoretical Basis and Questions of Methodology of a Historical-Semantic Epistemology», en Global Conceptual History. A Reader, bajo la dirección de Margrit Pernau y Dominic Sachsenmaier, London, Bloomsbury, 2016, p. 107-32, esp. p. 114-120.

[xxxvi] Paul M. Lloyd, «On Conducting Sociolinguistic Research in the Middle Ages», en Hispanic Medieval Studies in Honour of S. G. Armistead, bajo la dirección de Samuel G. Armistead et al., Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1992, p. 201–10. El trabajo reciente de Schwartz sobre el término ‘Ghetto’ muestra cómo la consideración de los estratos o capas semánticas puede producir resultados muy valiosos: Daniel B. Schwartz, Ghetto: The History of a Word, Cambridge, MA, Harvard UP, 2019.

[xxxvii] Vánse, por ejemplo, los estudios en Juan Manuel M. Hernández-Campoy, y Juan Camilo Conde-Silvestre, The Handbook of Historical Sociolinguistics, Malden, MA-Oxford, Wiley-Blackwell, 2012.

[xxxviii] Rajend Mesthrie, «Race, Ethnicity, Religion, and Castes», en The Handbook of Historical Sociolinguistics, bajo la dirección de Juan Manuel M. Hernández-Campoy y Juan Camilo Conde-Silvestre, Malden, MA y Oxford, Wiley-Blackwell, 2012, p. 363. Por su parte, Harney ha estudiado otras estrategias de racialización presentes en libros de viajes de la Edad Media peninsular en su estudio sobre “race, caste, and indigeneity”, aunque nota corrrectamente que en general los textos que analiza no usan los términos ‘raza’ y ‘casta’ (75-114); Michael Harney, Race, Caste, and Indigeneity in Medieval Spanish Travel Literature, New York, Palgrave McMil­lan, 2015. Para el análisis detallado del término y concepto de ‘casta’ y su relación con los de ‘raza’, debo remitir a mi estudio en preparación, donde trato el tema de manera más extensa y pormenorizada de la que pueden dedicarles estas breves páginas.

[xxxix] Kormi Anipa, «Speaker-Based Approaches to Past Language States», Manual of Romance Sociolinguistics, Berlin, Boston, De Gruyter, 2018, p. 280-306.

[xl] Francisco M. Carriscondo Esquivel, «El valor del diccionario para la investigación de la historia de los conceptos sociales (a propósito del término revolución)», Nueva Revista de Filología Hispánica, n. 56, 2008, p. 1-30.

[xli] Ljiljana Šarić y Mateusz-Milan Stanojević, ed., Metaphor, Nation and Discourse, Amsterdam, John Benjamins, 2019.

[xlii] Guido Franzinetti, «The Historical Lexicon of Nationalism: Ethnicity, Ethnos, Race, Volksstamm: Historical Footnotes», Colloquia Humanistica, n. 5, 2016, p. 54–62.

[xliii] Ron Mallon, «Was Race thinking invented in the modern West?», Studies in History and Philosophy of Science, n. 44, 2013, p. 77-88.

[xliv] Alonso de Palencia, Universal vocabulario en latin y en romance, Sevilla, 1490. Sextus Pompeius Festus, De verborum significatu quae supersunt cum Pauli epitome, ed. W. M. Lindsay, 1913, Hildesheim, G. Olms, 1965. Sobre el extenso uso que hace Palencia de la obra de Festus, véase J. Durán Barceló, Durán Barceló, J., “Sexto Pompeyo Festo en la collectio vocabulorum (1488) de Alfonso de Palencia,” en Maestre Maestre, J. M., et al. (coords.). Humanismo y pervivencia del mundo clásico. V: homenaje al profesor Juan Gil. Vol. 3. Madrid: CSIC, 2015, p. 1561-1582.

[xlv] Gerald J. MacDonald, ed.. Diccionario Español-Latino del Siglo XV. An Edition of Anonymous Manuscript f.II.10 of the Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial, New York, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 2007, p. 114.

[xlvi] Antonio de Nebrija, Vocabulario español-latino, Facsímil, Madrid, Real Academia Española, 1951, s.v.

[xlvii] José Toribio Medina, El descubrimiento del Océano Pacífico. Vasco Núñez de Balboa, Hernando de Magallanes y sus compañeros. Tomo II Documentos relativos a Núñez de Balboa, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1913, p. 141.

[xlviii] Liben Fan, Libro chino intitulado Beng Sim Po Cam que quiere decir Espejo rico del claro corazón, o Riquezas y espejo con que se enriquezca, y donde se mire el claro y limpio corazón, trad. Fray Juan Cobo, Biblioteca Nacional de España, Ms. 6040, cap. 11, fol. 81r.

[xlix] El tratamiento que prescribe el Libro para esta enfermedad es el siguiente: “Pues conuiene mostrar guarecella. Tomar dos escoplos tan ancho el uno como el otro fechos assi … e calentar los bien e metergelos en la corona e trauesar le la raça fasta que llegue a lo biuo. E dexar le assi fasta .v. o .vij. dias e dent derribar el cauallo e calentar estos escoplos e poner le el uno en aquel logar e el otro de cuesta en guisa tanga la una quemadura ala otra e el otro ala otra cuesta e el otro de yuso. Assi que se tangan todas quatro las quemaduras en uno, affonden se tanto que lleguen a lo biuo e saque aquella un[n]a de medio quadrada como dado, e que salga toda … fatal maslo. E echarle dentro el regealgar, e tenga lo .i. dia o una noch, e sacargelo con el azeyte tibio, e fazer un plomo como la unna que sacare e metergelo en aquel forado, e atargelo con .i. panno delgado por que non se salga” Georg Sachs, El libro de los caballos: tratado de albeitería del siglo XIII, Madrid, C. Bermejo, 1936, p. 39-40, 144. Con el mismo significado aparece en tratados posteriores de los siglos XV, XVI y XVII. Para un estudio más pormenorizado de estos y otros textos en relación al campo semántico de ‘raza’, véase los trabajos de Ana M. Gómez-Bravo aquí citados. Nirenberg sigue, sin citarlo, el desarrollo léxico-semántico trazado en Ana M. Gómez-Bravo, «The Origins of Raza: Racializing Difference in Early Spanish», art. cit., así como sus fuentes originales. En su artículo, Nirenberg atribuye erróneamente a Spitzer la idea de una evolución de “race” a partir de un latín “ration”: “Spitzer (1941) suggested that race derived from Latin ration”, afirmando que estudiosos anteriores a él no usan las fuentes que él cita: “None of these utilize the sources I touch upon above”, David Nirenberg, «Race and Religion», en A Cultural History of Race in the Middle Ages, bajo la dirección de T. Hahn, ed., London-New York, Bloomsbury Academic, 2022, 2021, p. 67-80, notas p. 183-186, en p. 184, n. 18. 

[l] Juan Carlos Altamirano, El caballo español: la evolución de su morfología – The Spanish Horse: The Evolution of Its Morphology, Trad. Catherine Germam, Málaga, Ediciones Ecuestres, 2000; Juan Carlos Altamirano, Historia y origen del caballo español – History and Origins of the Spanish Horse (1567-1800), Trad. Catherine Germam, Málaga, Ediciones Ecuestres, 2005.

[li] Ana M. Gómez-Bravo, «The Origins of Raza: Racializing Difference in Early Spanish», art. cit.

[lii] Joan Corominas, Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, con José A. Pascual, Vol. 4, Madrid, Gredos, 1991–1997, p. 800; Leo Spitzer, «Ratio > Race», American Journal of Philology, n. 62, 1941, p. 129–143; Leo Spitzer, «Ratio > Race», Essays in Historical Semantics, New York, S. F. Vani, 1948, p. 147-169; Leo Spitzer, «Raza del sol», Hispanic Review, n. 10, 1942, p. 64-66; Leo Spitzer, «Wortgeschichtliches», Zeitschrift für romanische Philologie, n. 53, 1933, p. 287–303.

[liii] Ramón Menéndez Pidal, «Etimologías españolas», Romania n. 29, 1900, p. 334-379, en p. 363; Vicente García de Diego, Diccionario etimológico español e hispánico, con Carmen García de Diego, Madrid, Espasa-Calpe, 1985, p. 904-905.

[liv] Art. cit., p. 363. Cejador y Frauca relacionó la ‘raza’ textil con la ‘raza’ relativa a las diferencias humanas, pero entendiendo este desarrollo semántico a partir de la noción de ‘diferencia’, en este caso la marcada por la hilaza que se distingue o separa de las demás (Julio Cejador y Frauca, El lenguaje, sus transformaciones, su estructura, su unidad, su origen, su razón de ser, estudiados por medio de la comparación de las lenguas. Vol. 5: Tesoro de la lengua castellana. Origen y vida del lenguaje. Lo que dicen las palabras. R., Madrid, Perlado, Paez y Compañía, 1908, p. 208-209). Pueden verse otros intentos tempranos de dilucidar la etimología y asociaciones conceptuales de ‘raza’ en Wilhelm Meyer-Lübke, Romanisches Etymologisches Wörterbuch, Heidelberg, C. Winter, 1911, voces “Radius”, 524, entrada 6999, y “generatio, Zeugung”, 278, entrada 3732; José María Aguado, Glosario sobre Juan Ruiz; poeta castellano del siglo xiv, Madrid, Espasa-Calpe, 1929, p. 543, y Henry B. Richardson, An Etymological Vocabulary to the “Libro de Buen Amor” of Juan Ruiz,  Arcipreste de Hita, New Haven, Yale University Press, 1930, p. 191.

[lv] María Rosa Lida, “Un decir más de Francisco Imperial: Respuesta a Fernán Pérez de Guzmán”, Nueva Revista de Filología Hispánica, n. 1, 1947, p. 170-77, en p. 175-177. Corominas-Pascual, op. cit., p. 800-801.

[lvi] Leo Spitzer, [1948], art. cit., p. 152.

[lvii]Leo Spitzer, “Ratio” [1948], art. cit., p. 147.

[lviii]Leo Spitzer, “Ratio” [1948], art. cit., p. 147.

[lix] Emily Apter, The Translation Zone: A New Comparative Literature, Princeton, Princeton UP, 2011, p. 27; Bruce Rosenstock, «Leo Spitzer and the Poetics of Monotheism», Comparative Literature Studies, n. 44, 2007, p. 274-75. Véanse también sus afirmaciones en Leo Spitzer, “Ratio”, 1948, art. cit., p. 152; y “Ratio”, 1941, art. cit., p. 138.

[lx] Emily Apter, op. cit., p. 25-40.

[lxi] Leo Spitzer, “Ratio”, [1948], art. cit., p. 158. Un enfoque similar en Leo Spitzer, 1942, art. cit., donde busca una etimología separada para ‘raza’ cuyo significado es ‘rayo de sol’.

[lxii] Gianfranco Contini, «I più antichi esempî di ‘razza,’” Studi di filologia italiana, n. 17, 1959, p. 319–27; Benvenuto Terracini, Reseña de Essays in Historical Semantics de Leo Spitzer, Nueva Revista de Filología Hispánica n. 5, 1951, p. 424–430; Francesco Sabatini, «Conferme per l’etimologia de razza dall’antico francese haraz», Studi di filologia italiana, n. 20, 1962, p. 365–382.

[lxiii] Rosario Coluccia, «L’etimologia di ‘razza:’ Questioni aperta o chiusa? » Studi di filologia italiana, n. 30, 1972, p. 325–30. Algunos estudiosos actuales se han alejado aún más de una etimología ‘raza’<‘ratio’. Jurado ha propuesto algunas posibles superposiciones con formas de ‘raer’ y ‘rajar’. José Jurado, «Precisiones de significado en el Libro de Buen Amor», Romania, n. 111, 1990, en p. 471-472.

[lxiv] Por otra parte, el término raça aparece en la transcripción del verso 729c del manuscrito G que da Richardson (1930, 199), aunque para el mismo Blecua lee “raga” y Corominas y gran parte de la crítica se decantan por la lectura “roça,” dando la expresión “roça poco” o el neologismo “roçapoco,” siguiendo las lecturas del manuscrito S[lxiv]. Por mi parte, creo que en este caso la lectura correcta del manuscrito G es: “En el cuerdo non fallesçe rrraçon algun poco” (fol. 34r, v. 19).

[lxv] Sobre la escarlata y la grana como paños caros de alta calidad puede verse el estudio de Martínez Meléndez (1989, 76-85 y 476-486 respectivamente).

[lxvi] También aparece más tarde, por ejemplo en la carta de Eugenio de Salazar a Juan de Hurtado de Mendoza fechada en 1560, en un giro del famoso refrán: “Empero porque en el muy buen paño suele haber la raza, y en la más fina grana cae la polilla” (1866, 76).

[lxvii] En Brian Dutton, ed. El cancionero del siglo XV, c. 1360–1520, 7 vols., Biblioteca Española del Siglo XV, Salamanca, U de Salamanca, 1990-1991, vol. 5, p. 119, v. 67-68.

[lxviii] Cancionero espiritual, Valladolid 1549, ed. Bruce W. Wardropper, Valencia, Castalia, 1956, p. 22-23. La falta de espacio me impide presentar aquí en detalle la rica gama de asociaciones de la ‘raza’ medieval con negrura. Debo referir a mi estudio en preparación.